Mi abuela me decía
siempre y continuamente unas frases que quedaron grabadas en mi mente “TRASCENDER O SERAS SIEMPRE UN PERDEDOR” y no le hice caso, ahora me pregunto será la causa por la cual tengo que pasar
por la terrible inmolación de movilizarme en el transporte público SITP en la
ciudad Bogotá.
Diariamente me
desplazo en el SITP urbano desde el barrio Yomasa hasta Puente Aranda para
cumplir con un horario, teniendo que marcar tarjeta en la empresa donde trabajo
a las 7; 30 a.m.
Espero el bus a las
5:30 am en el paradero, generalmente el conductor coloca cara de ponqué con risa
socarrona sin detenerse, cuando me he bañado con ruda(supuestamente para la
buena suerte) el SITP pasa y me recoge faltando 10 para las 6 a.m., posteriormente me
encuentro con el primer trancón “demoníaco” en la escuela de Artillería y el barrio Molinos
el cual es reiterativo y los señores de Transmilenio “riendo a carcajadas”
chateando por sus “hermosos” celulares. Este primer suplicio lo supero a las 6:30 a.m., para posteriormente
encontrarme con otro aún más “bestial que ladrón de Bogota” en el Tunal que
logro sobrepasar a las 6:48 am si tengo suerte.
Pero apenas empieza
mi sufrimiento porque después de pasar por el barrio Venecia con Av. Cr 68 me esperan los
atroces trancones de la calle 3, las Américas y calle 13, que logro pasar
después de las 7:30 a.m., es de aclarar que ya en ese momento el estrés me ha
provocado un fuerte dolor de cabeza, ansiedad, sudor es decir me ataco sin
compasión el “chicunguña” o peor aún “una malaria en etapa terminal”.
Finalmente
agradeciendo que no se haya varado o estrellado el bus, o que un ladrón me haya
salido al paso, de haber soportado olores hediondos, pestilencias, pisotones y
empujones llego a las 7:38 a.m. a la
calle 21 donde para mi desgraciada suerte debo caminar, que digo correr 10 minutos
en medio de un remolino de tierra y arena terrorífico para llegar a la empresa; en resumen estoy
marcando tarjeta a las 7:46 a.m.
Cansado, Sudado, de
mal genio, maldiciendo mi suerte, con dolor en todo el cuerpo solo me resta
para rematar la mañana el llamado de atención y amenazas de mi jefe, cuando no se
le ocurre la genial idea de enviarme a descargos al área de recursos humanos.
Tal vez o quizás no,
si hubiera “trascendido” las cosas serían diferentes y no sería uno más de la
gente del común o como aseveran los políticos “de la clase proletariada”; sin
embargo culpar a Transmilenio, a la escases de vías en la Ciudad, a la
saturación de todo tipo de transporte, a la inseguridad de la ciudad y muchas
razones mas no cambian mi situación, ni me quitan el complejo de culpa de no
haber hecho caso a tiempo a las
palabras de mi abuela “trascender o
serás por siempre un perdedor”.
joswals07 2008
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